viernes, 25 de noviembre de 2005

Desayuno de viernes


Hoy tome desayuno, claro, es raro porque generalmente no lo hago, menos en un lugar tan especial y menos aun con personas tan especiales. Improvisado y alegre, asi fue mi desayuno, conversado y profundo, un desayuno especial en un lugar especial.

Los viernes por lo general son alegres y dinamicos, debe ser porque todos estamos preparandonos para disfrutar del buen fin de semana que se nos viene con sol y descanso, por lo mismo es que los viernes requieren de un buen desayuno, en alegría.

Mis anteriores viernes también eran desayunos entretenidos, de la nada alguno del grupo del cual participaba se le ocurrió que en vez de juntarnos en una sala fría e impersonal, la reunión de control semanal fuera en un café, externo a la pega que te distrae ya por el solo hecho del lugar donde se desarrolla, ... entonces, nos escapábamos a un café, con olor a café y con todas las cositas ricas que pueden acompañar a un buen café, ... café – café, del bueno, no del café teñido y con gusto a cebada, NOOooooo, hablo del café con olor penetrante y vigorizante, ese que cuando te lo preparan es solo para ti, .... las esencias, azucares y aditivos son parte de tu creación, tu dejas volar la imaginación mezclando sabores y olores para degustar un rico desayuno de día viernes, así la reunión se transformaba en una alegría y necesidad de compartir todas las tareas que habían acontecido durante la semana, ayudaba además a preparar la próxima semana y sobre todo nos hacia proyectarnos y prepararnos para el próximo café que seria tan entretenido como todos. Hoy, que ya no participo en ese calido grupo, recuerdo esos cafés y envío un saludo mental para los que siguen en armonía reuniéndose alrededor de una humeante tasa de café.

Y hoy, instauramos el desayuno viernistico con otro grupo, que no requiere revisar casos y cosas laborales, tampoco fue programado, ni menos forzado, fue nomás, y eso hizo especial este desayuno, alguien dijo tomemos un café?, y el resto dijo yaps, y ahí nos fuimos deleitándonos con ese lugar maravilloso, añoso y especial, una casona del siglo del cuete, porque ahí me declaro inculta y desconozco fechas, arquitectos y diseñadores. Lo que no necesita de estos datos es tu sentido, para disfrutar sus pasillos, corredores, jardines, paredes, pisos, cielos, muebles, etcétera, todo allí para el disfrute humano, .... claro, palacios antiguos que perduran en el tiempo a pesar de todo, maravillas que el ojo cotidiano y acostumbrado lo aprecia natural, pero al ojo forastero que va por vez primera es una delicia, me refiero al congreso, el antiguo congreso, especificamente la casona donde hoy reside la cancilleria.

Las palabras fluyeron sola, la conversación amena y los temas fueron pasando de uno en otro en total armonía, casi por encanto el tiempo voló y debimos aterrizar en viernes, aun laboral y disponernos hacia nuestros lugares acostumbrados de pega diaria.

Y acá estoy, entre documentos y pega rutinaria, recordando ese desayuno, rico y calido que me dio alegría compartir.

Esto quise compartir hoy viernes, y desearles un bonito fin de semana, en paz y alegría.

Un abrazo cariñoso.

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