lunes, 24 de marzo de 2008

Cristal

De que todo depende del cristal como miramos las cosas es la pura y santa verdad, el mismo lugar, las mismas personas, lo mismo todo, de repente nos puede parecer angustiante y demacrado....

Ayer, mientras caminaba por la playa, pensaba que, teniendo tres días para disfrutar y estar alegre, no lograba esa paz y plenitud que siempre me brinda el mar.

Las olas estaban alteradas y los días no subieron del gris perla al sol brillante, pero no era esa la causa de mi desmotivamiento.

Quizás, recordar las diferentes pascuas de resurrección anteriores, hizo que mi link se fuera a la nostalgia y desazón.

Tal vez, los últimos desencuentros laborales y sentir la insidia del ser humano, me llevó a este estado de menor alegría.

Posiblemente saber, que perdí tres días del calendario, sin hacer nada positivo me condujo al cuestionamiento existencial.

O quizás, tratar de entender el porqué las personas se mueven como se mueven en este planeta insano, bajó mi guardia mas de lo debido.

Lo cierto es que ni los ángeles lograron animarme, con esto de ponerle diversión al momento, demasiado pasado con recuerdos tristes, lograron cargar la balanza hacia el lado oscuro de mi mente.

Hoy lunes, que no es el mejor día de mi semana, no logro repuntar de este estado catársico en el que me sumergí irresponsablemente.

Solo ayer, logré esbozar una sonrisa, luego de ver cinco minutos de una emocionante carrera de delfín, ondulado por uno de los cuerpos perfectos de algún seleccionado de natación mundial.

Eso, me llevo a tiempos idos, donde se conjugaban cuerpos perfectos, disciplina y entrenamiento de rigor, que nos hacían volar muy alto en lograr metas individuales.

En ese espacio, no había lucha de poderes, solo era una carrera propia, contra tu propia capacidad de entrega y esfuerzo.

Es un mundo limpio, donde eres o no eres lo que te mereces, sin flores ni pitutos ni aspavientos de querer ser el primero por ansias de gobernar.

En fin...un mundo de pensamientos, chocando todos entre sí, me dejaron un sabor nostálgico este largo fin de semana.

Sé que cuando entro en estos ciclos, mi mente no es fácil de escapar de allí, cuestiono todo y me adentro para esconderme del ruido y el malestar que me provoca la falta de conciencia humana.

Cambiar el switch no es imposible, solo debo encontrar una canción, una melodía alegre que me conecte con cosas bellas, hermosos acordes lanzados al aire y que me llevan a rescatar lo rescatable de este mundo, la creación en las artes y la mente humana cuando es capaz de entregar belleza y sensibilidad no contaminada por ansiedades mundanas.

1 comentario:

Ccarlos dijo...

Te estas convirtiendo en una espartana.

C@riños C@rlos