viernes, 6 de febrero de 2009

Vaciando el buffer...

Cuantas cosas vamos acumulando en esta vida?...

Recuerdos alegres, tristes, momentos, situaciones, penas, alegrías, todo... somos una bolsa de cachureos.

Desde que nacemos, vamos guardando en nuestro buffer todo tipo de vivencias, no nos dedicamos solo a aprender la experiencia si no que dejamos la evidencia guardada por años de años.

Si la experiencia nos ha marcado, en particular, no es fácil olvidar nada de lo vivido.

A lo largo de los años, seguimos llenando la mochila y contaminando nuestra mente de basura que es desechable.

Me he dado cuenta de esto cuando hace unos días, sin tener mucho por hacer, decidí escribir mis memorias.

Tenía un sentido bien definido, sacarme cosas que me molestaban del pasado.

Así, cree un nuevo blog, privado y sin accesos, en el cual empecé a plasmar experiencias con lujo de detalles que nadie mas que yo, conoce.

Al tercer escrito, ya tenia claro que no era necesario que las historias tuviesen alguna relación unas con otras, es más, no importaba ni la fecha ni la secuencia en que serían escritas, la idea se convirtió en capítulos de mi vida, en la medida que se iban apareciendo en mi mente, y referidos cada uno a un tema puntual.

Ha sido fantástico el ejercicio, porque lo que inicie con la idea de limpiar mi buffer de cachureos, me ha permitido pasearme por el pasado mirando en tercera persona todo lo que viví y que me marcó de cierta manera.

He volcado todo sin asco y honestamente, de acuerdo a lo que viví en su momento.

Me ha sorprendido saber que las letras han fluido solas, por arte de magia vuelan mis dedos sobre el teclado, sin necesidad de invocar la inspiración ni redondear mucho las frases.

Es una narración absolutamente coherente y se trata de contar mi historia tal y cual sucedió.

Esto por supuesto desde mi punto de vista, porque si lo leyese alguno de los involucrados, seguramente tiene su propia versión de los hechos, That's a fact.

Espero terminar mis memorias y guardarlas hasta el final del tiempo, pienso dejarlo a los herederos, si alguno se interesa en conocer mi verdadera historia, ahí estará escrita de mi puño y letra, con la verdad absoluta sobre lo que yo viví.

Quise compartir esto, con el propósito de enviar una señal de sanación. Se que hay muchos que arrastran mochilas y secretos vividos que se llevarán a la tumba y junto con eso, arrastran todo el peso que conlleva guardar secretos profundos y dolorosos.

A mi me ha hecho fantástico como terapia, no solo el hecho de contar mi verdadera historia, si no que además como ejercicio mental sobre lugares, nombres y fechas que aparentemente estaban dormidos.

Los invito a sacar afuera todo lo que les molesta, un auto examen de conciencia y vivencias sinceradas desde el corazón.

No es necesario publicarlo ni gritarlo a los cuatro vientos, yo no me atrevería con mi historia.

Pero si se que hay muchas cosas que aparentemente se vivieron de otra manera frente al mundo y solo tu puedes decir como fue realmente.

Es un buen ejercicio de conciencia, para dejar todo solucionado en esta vida lo que corresponde a esta vida, te permite además, desocupar el buffer que cargas en esa tremenda mochila emocional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hulda Montesino comentó a las 18:19, el 06 de febrero

Interesante... como ejercicio, sanador, liberador.
Pero también es interesante como testimonio, la historia personal. Tu verdad.
Felicitaciones por la iniciativa y que sigas por mucho tiempo escribiendo tu propia biografía.