Ya no duermo...

No puedo, cada vez que cierro mis ojos y me acomodo en los tibios brazos de morfeus, una mano peluda e inquisitiva me agarra del brazo y me arrastra hacia el abismo de sensaciones...

Inquieta, ansiosa, expectante, se acerca y me atrae, se desliza suave y atrevida, se duerme y despierta con el vaivén del amanecer...

Los kilómetros corren apresurados y la luz del día asoma, los sonidos sordos de los demás acompañantes de sueños, acompasados descansan en armónicos ronquidos... abandonados...

Por la carretera, miles de ruedas se cruzan al lado nuestro, mas la mano inquisidora no me deja dormir...

Me resisto, me salgo, huyo del lugar, pero es mas fuerte y me aprisiona dentro de sus sentires...

Me anula y me lleva a lo mas profundo de los sentimientos...

El dedo pulgar, el índice y anular, todos, uno a uno me aprietan, me atrapan y no me dejan escapar...

Siento el mundo de Alicia regresando a mis pies y mientras corro para atrapar al conejo blanco... nunca logro llegar... la malvada reina de corazones se interpone en mi loca carrera.

Llegara el día del juicio final, y esa mano atormentada, deberá rendir cuentas ante la reina de corazones.... “Que le corten la Cabeza”... gritara como de costumbre; más, el As de Diamantes no sabrá por donde cortar...
Es solo una mano!!!, sin extensión ni continuidad, una mano en solitario, plena y ávida de sutilezas.

Una mano que solo busca compañía y que en la soledad del ocaso intenta alcanzar mis dedos...