Entre correr y correr, es bueno hacer un alto en el camino, detenerse a descansar, pensar sobre lo recorrido y renovar fuerzas para seguir en ruta.
Es bueno además, sentarse un rato a cavilar sobre los últimos acontecimientos, saber que hemos sido afortunados, si no nos falta nada y dar gracias por ello.
Pedir mentalmente por quienes no tuvieron tanta suerte y hoy lloran a algún ser querido o lo perdieron todo.
Es bueno mirar el sol, el mar y la naturaleza toda, tratar de entender su furia y hacernos un propósito, un poco más de respeto cada día.
Saber que la naturaleza no es un algo inerte, que tiene vida propia y que gracias a esa vida es que tenemos la propia.
Cuando veo al mar rabioso, bramando por tanta basura desparramada en sus aguas, y desperdicios tirados en su arena blanca, entiendo su furia loca y siento ganas de llorar.
Sé que no hemos aprendido a cuidar algo maravilloso, algo que tiene vida y que lleva vida a nuestra vida.
Sin el mar no podríamos disfrutar de sus frutos, de sus aguas saladas, de su arena blanca ni de su canto contagioso, que nos acuna suave cuando nos dejamos mecer entre sus olas mágicas.
Sin el sol tampoco podríamos, tendernos en la tibia arena a dorar nuestros cuerpos, disfrutar del calor del día y recibir tanta energía.
Sin el verde nunca podríamos saber del viento moviendo hojas y árboles, del ruido de pájaros y de tantos animalitos invisibles.
Sin la tierra toda, no seriamos un punto en el universo, no existiríamos y no estaría ahora, escribiendo estas letras.
Que tanta importancia tiene la naturaleza entera?
Toda, toda y la única importante, sin alguno de sus componentes nada tendría sentido, nada seria lo mismo, ni nada existiría de igual manera.
Porque es tan difícil entenderlo?
Quizás porque siempre ha existido, silenciosa y misteriosa, imperceptible al común de los humanos, nunca nos faltó.
Vive, existe y entrega desapercibidamente.
Lo único que necesitamos, es saber que está, respetar y brindar pleitesía, agradecer su generosidad y caminar en armonía junto a la madre tierra.
Es esto tan difícil?
Si, para mentes inconcientes que no piensan dos veces antes de arrojar un papel al suelo.
Si, para los que no tienen conciencia del NO biodegradable.
Si, para quienes da lo mismo actos displicentes.
Si, para los faltos de amor que ayudan generando malas energías alrededor del planeta.
Si, para los que nunca se han detenido a disfrutar solo un instante de este hermoso planeta.
Ayer estuve frente al mar, disfrutando de rayos de sol, de agua fría y salada, de arena suave y tibia en Abril.
Por la tarde ya, me sumergí en sus aguas heladas y recibí toda esa energía furiosa, que me habla de la contaminación y de la inconciencia humana.
Vi botellas por todos lados, depósitos de un cuantuay que ya no sirven al humano.
Con furia loca, intentaba vomitarlos hacia fuera, pero los desperdicios iban y venían una y otra vez, resistiéndose al mecimiento de las olas.
Vi la arena tibia, también contaminada con restos de aguas servidas que venían de algún lado.
Gire mi vista hacia lo alto, donde enormes moles de cementos le ganaron el paso a las dunas, y supe que desde allí, por el placer de una primera vista, había una conexión directa que llevaba directo al mar, desechos de importantes humanos que podían pagarlo todo.
Sentí pena y desazón al pensar por unos minutos, que había bajado a descontaminarme en aguas tristemente contaminadas.
Entonces lloré, junto al mar herido y quise acunarlo, como él me acuna, cada vez que me dejo mecer en sus aguas quietas, entregando frescor, quietud y armonía, toda vez que necesito recargar mi energía.
Es bueno además, sentarse un rato a cavilar sobre los últimos acontecimientos, saber que hemos sido afortunados, si no nos falta nada y dar gracias por ello.
Pedir mentalmente por quienes no tuvieron tanta suerte y hoy lloran a algún ser querido o lo perdieron todo.
Es bueno mirar el sol, el mar y la naturaleza toda, tratar de entender su furia y hacernos un propósito, un poco más de respeto cada día.
Saber que la naturaleza no es un algo inerte, que tiene vida propia y que gracias a esa vida es que tenemos la propia.
Cuando veo al mar rabioso, bramando por tanta basura desparramada en sus aguas, y desperdicios tirados en su arena blanca, entiendo su furia loca y siento ganas de llorar.
Sé que no hemos aprendido a cuidar algo maravilloso, algo que tiene vida y que lleva vida a nuestra vida.
Sin el mar no podríamos disfrutar de sus frutos, de sus aguas saladas, de su arena blanca ni de su canto contagioso, que nos acuna suave cuando nos dejamos mecer entre sus olas mágicas.
Sin el sol tampoco podríamos, tendernos en la tibia arena a dorar nuestros cuerpos, disfrutar del calor del día y recibir tanta energía.
Sin el verde nunca podríamos saber del viento moviendo hojas y árboles, del ruido de pájaros y de tantos animalitos invisibles.
Sin la tierra toda, no seriamos un punto en el universo, no existiríamos y no estaría ahora, escribiendo estas letras.
Que tanta importancia tiene la naturaleza entera?
Toda, toda y la única importante, sin alguno de sus componentes nada tendría sentido, nada seria lo mismo, ni nada existiría de igual manera.
Porque es tan difícil entenderlo?
Quizás porque siempre ha existido, silenciosa y misteriosa, imperceptible al común de los humanos, nunca nos faltó.
Vive, existe y entrega desapercibidamente.
Lo único que necesitamos, es saber que está, respetar y brindar pleitesía, agradecer su generosidad y caminar en armonía junto a la madre tierra.
Es esto tan difícil?
Si, para mentes inconcientes que no piensan dos veces antes de arrojar un papel al suelo.
Si, para los que no tienen conciencia del NO biodegradable.
Si, para quienes da lo mismo actos displicentes.
Si, para los faltos de amor que ayudan generando malas energías alrededor del planeta.
Si, para los que nunca se han detenido a disfrutar solo un instante de este hermoso planeta.
Ayer estuve frente al mar, disfrutando de rayos de sol, de agua fría y salada, de arena suave y tibia en Abril.
Por la tarde ya, me sumergí en sus aguas heladas y recibí toda esa energía furiosa, que me habla de la contaminación y de la inconciencia humana.
Vi botellas por todos lados, depósitos de un cuantuay que ya no sirven al humano.
Con furia loca, intentaba vomitarlos hacia fuera, pero los desperdicios iban y venían una y otra vez, resistiéndose al mecimiento de las olas.
Vi la arena tibia, también contaminada con restos de aguas servidas que venían de algún lado.
Gire mi vista hacia lo alto, donde enormes moles de cementos le ganaron el paso a las dunas, y supe que desde allí, por el placer de una primera vista, había una conexión directa que llevaba directo al mar, desechos de importantes humanos que podían pagarlo todo.
Sentí pena y desazón al pensar por unos minutos, que había bajado a descontaminarme en aguas tristemente contaminadas.
Entonces lloré, junto al mar herido y quise acunarlo, como él me acuna, cada vez que me dejo mecer en sus aguas quietas, entregando frescor, quietud y armonía, toda vez que necesito recargar mi energía.
2 comentarios:
Estoy contigo, hay algún mensaje que madre Natura nos quiere dar, pero ya ves, se deja de mover el piso unos pocas semanas y ya volvemos a la soberbia.
Seguro que contribuimos día a día a cuidar a la naturaleza, pero por otra parte le devolvemos con poses de ingratitud su generosidad, es cuando tendemos a escuchar esas voces no escuchadas que hablan de armonizarnos con ella, cuesta realmente, pero por algo se puede empezar. Por lo menos podemos sentirnos orgullosos de nuestro aspecto solidario que emerge en estas circunstancias, una característica de muchos chilenos y que en nuestra comunidad de ex alumnos de la U. de Concepción hemos vuelto a demostrar.
Cariños.
Soberbia!!!, eso, que feo gran Kanelo, porque no logramos quedarnos en humildad?
Es tan facil, conciencia nos falta gran Kanelo, como hacer escuchar esto al globito entero, quizas Mafalda...
Y sobre sentirnos orgullosos, hasta por ahi nomas, que mas hemos hecho? y mira las wakanotis, o noticieros y te daras cuenta que los desafortunados que quedaron a traste pelado en la calle, sin ropa, sin nada de nada, aun siguen igualito cheeeeeee, ke mal!!! y se vienen las lluvias, mientras el resto estemos calientitos en casa, ellos, que alguna vez tambien estuvieron calientitos, estaran a la interperie, o en una carpa con tendencia a media agua donde mejor ni pensar en la cantidad de vichos que se pescaran.
Asi es la vida Kanelo, extrañamente dura y simple.
Abrazos
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