domingo, 30 de julio de 2006

Carlitos Torres

Talca es increíble, su gente, sus costumbres, sus lugares.
Desde niña que esta ciudad me acoge con cariño, claro en mis tiempos de oro, competía en los regionales de natación que realizábamos en el gran estadio de Talca. Yo corría por Lota Shwagers y San Pedro, a todo sol en pleno verano. Finalizada la competencia, era de rigor pasar por los mesones que se instalaban en la Alameda con melones y sandias con harina tostada o mote con huesillo, para pasar el calor.


Hoy, fue Carlitos Torres el que una vez mas me llevo a esa costumbrista tierra.
El viaje era latente, estaba anunciado de días ya y se venia con fuerza.
Hasta el cielo anuncio con lluvia y heladas, la partida del estimado Carlitos Torres.

Es Miércoles, yo y mi mochila lista, afuera llueve y el aire polar cala los huesos. No tengo pasaje, me encamino a la estación central, es cómodo y grato viajar en tren, las 3 horas a Talca se pasan volando.
De momento recuerdo que hay horarios diferidos y debo tratar de estar pronto en Talca, no es viaje de placer y mi amiga Gloria no estará para esperarme, así que decido irme al terminal y tomar lo primero que salga. Una vez mas recibo ayuda con un cupo en el inmediato al sur.

Dos buenos primos se encargan de recogerme, tampoco son talquinos y a medias señas logramos entendernos.

La iglesia esta fría, ha dejado de llover pero el frío nocturno no deja pensar.
Mi amiga esta intacta, gracias a Dios, todo en orden, hay mucho por hacer aun.

Muchos primos, familiares, amigos y conocidos han venido a saludar. Esta lleno de flores, lo hizo bien este Carlitos, se nota el cariño y también la tristeza.

Descanso un rato, mis pies congelados no soportan la baldosa helada de la fría iglesia. Los cánticos y los amigos no logran aminorar el dolor que se siente en esta invernal noche de Julio.

Decido adelantarme y me retiro a descansar un rato, dejare mi mochila y tomare un té caliente.
Pronto llegan todos, primos, primas, amigos y conocidos, todos quieren estar. El teléfono no para de sonar; mis amigas acompañadas para el gran día final.


Tarde ya nos retiramos, repartidos todos por cualquier lado, en casa de amigos talquinos, que amables ofrecen apoyar en lo que sea. Así es la gente de acá, cariñosa de corazón.
Todos ya repartidos, la familia es grande y los amigos muchos. Debemos descansar, mañana será un día triste.

Decido irme donde Pia, con Nora haremos causa común y compartiremos cama.
De mañana, todo el mundo en fila al duchon familiar, un desayuno rápido y a la iglesia nuevamente, queda menos, solo el paso final.

Al medio día el responso y las palabras emotivas del señor cura mas las hijas de Carlitos que se suman en alabanzas.
La iglesia esta llena, impresiona el cariño.


Enfilamos al poniente, cementerio general, es la ultima morada de este oriundo personaje. Carlitos Torres es personaje, queridísimo en todo Talca, con un familión tremendo, aclanado y amigo de todos, nadie es indiferente a la partida de este buen hombre.

Los discursos preparados, improvisados y emotivos, no hay escándalo ni malos ratos, solo cariño, mucho dolor y paz.

Sus amigos de la Watt, lo recuerdan con emoción, lo propio su familia y el detalle simpático de Margot sobre su urna, una locomotora en miniatura que representa toda una vida entregada a ferrocarriles, no de cualquier estación, NOooooooooo, del mas espectacular ramal, del único que va quedando con todas sus tradiciones, ramal de Talca a Constitución.
(ya comente en alguno de mis cuentos sobre ese maravilloso viaje).

Entregó su vida a ese ramal, en los tiempos idos de locomotora a vapor.
Cuentan por ahí las malas lenguas, que Carlitos Torres en sus años mozos, era un tipo muy apuesto, cariñoso y caballero. Solía vestir formal, con sombrero de tongo, zapatos brillantemente lustrados y humita. Tanto era su glamour, que muchas talquinas se prendaron de este galante señor. En cada estación un amor, la anécdota de mi amiga Gloria. Cuenta la leyenda que corrían a esperarlo cada vez que sonaba el pito de parada en la estación, lo llenaban de regalos, canastos de todo tipo, de la gente cariñosa de ese antiguo ramal.
Así era Carlitos Torres, rediablo y cariñoso.

Cómo estas Carlitos Torres?? ... Requete Súper Bien!!!, Alzando su pulgar derecho en signo de estar muy bien. Positivo hasta sus últimos días, cuando ya se le veía cansado y postrado, siempre que se le preguntaba, contestaba de igual manera: requete súper bien, .... y como no?, personas como él, amigo de sus amigos, rebosando bondad y cariño, nunca podría haber estado mal.

Compartí con él, en el ocaso de su vida, siendo un dulce anciano, amistoso y dicharachero, casi un niño travieso.
Recuerdo alguna vez, hace un par de años atrás, estando en las Viejas Cochinas, sopeando el chancho en piedra con el pan amasado calientito recién horneado, el jarro de ponche con chirimoya, fruta de la estación, no podía faltar.
Mi amiga Gloria ya había dado ultimátum a Carlitos Torres con sus dos vasos de ponche, mas, en un descuido de Gloria, y a una seña mía, Carlitos Torres empino su vaso pidiendo llenarlo una vez mas, Salud!!!, Salud!!!.
¿Cómo estas Carlitos Torres?, Requete súper bien!!!.


Así fue la partida de este amigo, que supo vivir la vida, sembrar cariño y dulzura por todo su Talca querido.

De sus hijas, mis amigas, caso aparte para otro cuento, nunca vi. tanta entrega a los padres con cariño, esto me preocupo siempre, pensando cuando uno de ellos partiera, porque tanto apego y cuidados podría haber generado drama en esta triste partida. Sin embargo no fue así, hasta eso ordenó Carlitos. Todo en paz y armonía, en amor y tranquilidad.

Estuvieron todos presentes, el resto fue llegando a medida que se enteraron de la partida de este glorioso hombre, que decidió partir a sus 94 años con la tremenda lección de vida, de humildad y alegría.

Bravo Carlitos Torres, seguro hay fiesta de angeles anunciando tu llegada, te esperan los que ya partieron en alegría y gozo con bombos y platillos mas el silbato de llegada a tu ultima estación.

No hay comentarios.: