Una y mil veces renacemos, día a día cuando nos despertamos, al igual que las hojas secas caen en otoño, otras nacerán llenas de vigor y esperanza en primavera, para eso, es necesario antes, dejar caer las hojas muertas..
Eso siento hoy con este aire limpio y después de la lluvia santiaguina. Debe ser que es viernes o quizás, que estoy aprendiendo a nacer. Me falta mucho por saber aun, mucho por aprender, pero en eso estoy, intentando renacer.
Es justo el tiempo, el mismo que los osos utilizan para dormir, es tiempo de pensar, de aprender de llenarse de preguntas, así cuando estemos listos saldremos juntos de esta caverna invernal.
Hay mucho por mirar y mucho por admirar, aun nos queda tiempo, mañana quizás ya no, es ahora cuando debemos hacer y cuando debemos vivir. Es difícil la misión, nos pasamos todo el tiempo tratando de entender, porque no fue o lo que será mañana. Otras veces ya lo he dicho, solo que también caigo en lo del padre Gatica. El tiempo de vivir es ahora y ya no importa lo que fue o no fue ni tampoco el mañana.
Debe ser el aire, el aire fresco y limpio de santiago, te da ganas de mirar, de caminar largo por sus calles, de pasear sin ninguna prisa, de pisar las hojas muertas en el suelo, no chillaran claro, están húmedas de lluvia, en tiempo seco, es de niños sentirlas bajo los zapatos, como suenan al quebrarse.
Mas de una vez caminé la larga alameda por el bandejòn central, buscando hojas que pisar, sin camino recto y sin rumbo fijo, era como ahora, necesario de vivir solo por vivir.
Es cierto, estamos amarrados a un horario, a una responsabilidad, pero mañana es sábado y eso es libertad, no tendré horarios y haré lo que me venga en ganas, buscaré muchas hojas secas en el jardín botánico, quizás las retrate antes de quebrarlas, son hojas muertas al fin, necesarias de caer para volver a nacer.
Eso siento hoy con este aire limpio y después de la lluvia santiaguina. Debe ser que es viernes o quizás, que estoy aprendiendo a nacer. Me falta mucho por saber aun, mucho por aprender, pero en eso estoy, intentando renacer.
Es justo el tiempo, el mismo que los osos utilizan para dormir, es tiempo de pensar, de aprender de llenarse de preguntas, así cuando estemos listos saldremos juntos de esta caverna invernal.
Hay mucho por mirar y mucho por admirar, aun nos queda tiempo, mañana quizás ya no, es ahora cuando debemos hacer y cuando debemos vivir. Es difícil la misión, nos pasamos todo el tiempo tratando de entender, porque no fue o lo que será mañana. Otras veces ya lo he dicho, solo que también caigo en lo del padre Gatica. El tiempo de vivir es ahora y ya no importa lo que fue o no fue ni tampoco el mañana.
Debe ser el aire, el aire fresco y limpio de santiago, te da ganas de mirar, de caminar largo por sus calles, de pasear sin ninguna prisa, de pisar las hojas muertas en el suelo, no chillaran claro, están húmedas de lluvia, en tiempo seco, es de niños sentirlas bajo los zapatos, como suenan al quebrarse.
Mas de una vez caminé la larga alameda por el bandejòn central, buscando hojas que pisar, sin camino recto y sin rumbo fijo, era como ahora, necesario de vivir solo por vivir.
Es cierto, estamos amarrados a un horario, a una responsabilidad, pero mañana es sábado y eso es libertad, no tendré horarios y haré lo que me venga en ganas, buscaré muchas hojas secas en el jardín botánico, quizás las retrate antes de quebrarlas, son hojas muertas al fin, necesarias de caer para volver a nacer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario