Crisis del Espíritu ...

Como llegué al temita? Un “inocente” correo que me dio hipo leer ... sip.

El día estaba helado y abrir ese correo e intentar entender las palabras que allí se entremezclaban me llevó a despabilarme del frío e inquietar mis sentidos.

Espíritus crecientes que van progresando en esto de ser mejores, de elevarse, de considerar la naturaleza como “sagrado”, ... haz el bien y no el mal, el respeto a la vida humana, a la dignidad de las personas, vivir en la verdad, no robarás y todos los mandamientos juntos ... VIOLADOS !!! .... así esta el cosmos, las grandes urbes, deterioradas, enfermas, con cáncer .... mal señores, todo mal.

Creo que fue uno de los motivos que me llevó a escapar de esta “creciente” urbe.

La oportunidad se dio sola, me estaba quedando sin proyecto, mi ángel salvador, me mostró la oportunidad de atender un cliente en la quinta región.

Tímidamente me fui sin saber por donde pisaría, desconfiada, después de “acostumbrarme” a quince años de vida santiaguina, atisbando de lado a lado, no vaya a ser cosa que los asomos de sonrisitas y saludos “sin intención” escondan un interés descontrolado producto del ego soberbio de las personas ...

No conocer el pueblo me hizo preguntar, ahí mismo me llevé la primera sorpresa, el señor no solo me saludó, me acompañó hasta el lugar consultado ... como puede ser esto? Había perdido la costumbre pueblerina.

En el edificio ya, entrando, amabilidad, afectuosidad ... que diablos?, donde reshit me estaba metiendo???

Tantos años que no sabia de cordialidad en las personas, de lugares agradables no por sus adelantos tecnológicos ni intereses personales si no por la calidez propia de la naturaleza intima del ser humano, esa que hemos ido perdiendo de a poco en esta inmensa masa humana, la que aun se guarda celosamente en los pueblos sureños, llenos de acogida, cariño e inocencia, salvando las proporciones de casos aislados por supuesto.

Ahí mismo supe que debía quedarme ... para siempre ...en ese bello lugar.

Entonces, cuando un señor me aterriza con un correo, hablándome sobre: “mira que el mundo no está ni allí, en nuestros quehaceres y deseos” ... el hipo fue poco.

Se me entró el aula, aterricé de un paraguaso, encendí mis antenitas y me contacté de inmediato con el gran hermano Araucano para intercambiar opiniones al respecto ...

Tal ves, yo entendí mal, pero no, triste fue darme cuenta de que las palabras significaban solo una cosa ... cada quien avanza en su nicho de intereses creados, egoísmos y competencias a que te ves obligado a diario para sobrevivir en esta inmensa jungla, una era de injustificable falta de respeto a la vida humana ...

Todos los avances de los últimos años han sido en su totalidad materiales y físicos. Al interior del espíritu humano, estamos marcados por un retroceso in crescendo.

Los lazos existentes entre las personas y entre éstas y el universo casi no existe y esto nos arrastra a un estado de aislamiento espiritual. Estamos entrando en una era de autismo total señores y eso es inconcebible.

Fue ahí cuando descubrimos, con el hermano Araucano, la frasecita “Crisis del Espíritu” ....

El espíritu se nutre de amor a la naturaleza y el hombre tecnológico se nutre de amor al consumo y al bienestar económico ... luego te empieza a dominar este consumo, hambre por placeres baratos con precios absolutamente establecidos y bien pagados ... en pesos ... lo que quiere decir que el espíritu se ha dejado embaucar por un ideal materialista.

Si el hombre es naturaleza, como el árbol, como la flor que tomé de los confines del mundo y que inmortalice con mi fotografinka, no puede caer en el abandono ...... Debemos regresar y recuperar esas raíces.

La humanidad forma parte integral de la naturaleza y es necesario renovar con urgencia lazos verdaderos y reales que reverencien la vida, la comunicación, el contacto verbal y afectivo con las personas y el universo. Re orientarnos hacia una búsqueda de identidad.

El diálogo tiene el poder de restaurar y revitalizar lo que tenemos en común, que somos seres humanos. El no considerar el diálogo como la base de la sociedad humana es lo que nos ha vuelto insensatos, autistas e intolerantes.

- (Todo peor, con razón nunca logré hacerme entender cuando hablé de sentimientos, de esencia, de amor .... Me provoca soledad, tristeza e incomodidad) -

La crisis del espíritu nos lleva a vivir disgregados de todo y todos ... una eterna fiesta de sordos ...

Retomar el espíritu real de diálogo nos permitirá crear juntos una era en la cual todas las personas celebren su dignidad ilimitada y su potencial infinito de amor.