domingo, 12 de agosto de 2007

Café del Libro

El lugar menos frecuente
De personas no concurrentes
Reunidas por consignación
En su primera versión.

Palabras simples fluyen solas
No necesitan de muletillas
El lugar esta encendido
De gente, humo y versada música.

Gabriela es la escogida
En la esencia de los acordes
Tanta letra bella escrita
En melodía se convirtió.

Conforme avanza la noche
De sonrisas a risa franca
De dichos a concretos planes
Nos quedamos para otro encuentro.

Los despidos de costumbre
Y las promesas de mañana
La alegría divertida
Del encuentro no esperado.

Brilla el sol tibio de invierno
No hay asomo de nubarrones
El camino encrucijado
Acrecienta la curiosidad.

La guía del buen amigo
Nos endilga por el sendero
Presentándonos el destino
De nuestro encuentro final.

De la nada dentro del pueblo
Escondido entre muchos verdes
Mas de una curva subiendo
Hasta el portal de aromos.

A nuestro encuentro recibe
El anfitrión afable
Quien nos da la bienvenida
Al refugio en armonía.

Se confirma la afinidad
Y arriba el afecto puro
Pronto fue todo dispuesto
Bienvenido el entusiasmo.

Nuevos amigos llegaron
Fue fácil la integración
No es necesario explicar
El espacio es para todos.

La melodía inmortal
Del eterno compás del humor
La necesidad de estar
Alegraron el día cumplido.

Hasta bien entrada la tarde
Cuando las nubes anunciaron
Con su manto de frío
La triste hora de partir.

Lejos quedó el fogón
Y los amigos que aun no partieron
Distendidos en la conversa
Disfrutaron el último tiempo
Antes de caer la noche.

Fue un bonito día de campo
Nacido en noche de humo
Que nos llevo hasta el umbral
De encantadora amistad.

Sellada con firma propia
Entre moros y cristianos
Se quedo dando la mano
El conjunto universal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

PattyFica,

Ummm?...sutileza en tu escrito poético...linda y elegante manera de quedarse "dando vueltas"...

Mis cariños,

Draco.