Hoy volví a quedarme zzzeta, debe ser el calor o el cansancio acumulado...
No me di ni cuenta como se me fue este año, y ya estamos casi en Diciembre.
Ya empezó la chimuchina de las compras navideñas y todo el ambiente empieza a girar en torno a villancicos.
Todo el mundo se vuelve loco tratando de comprar y endeudándose hasta las ultimas chauchas.
Lo cierto es que hoy me quede dormida y volví a perder el tocomocho.
Me despertó un coro de gallos, de esos que no escucho porque salgo antes que despierten. Eso me llamo la atención, el coro de gallos amenizado por perros.
Mire el reloj y tampoco vi bien la hora, diez para las cinco de la mañana, y todo estaba en línea como cualquier día. Lo que no me cuadraba era la luz matutina que entraba por mi ventana, un poco mas clara de lo normal, esto me hizo aterrizar de un solo porrazo.
Prendí la luz, revise mejor mi reloj y me di cuenta que eran diez para las seis y no diez para las cinco, una hora de diferencia!!!...(juas)
No puede ser otra vez!!!!....me dije, enseguida revise que hacer, el tocomocho a esa hora ya había pasado por mi paradero y era muy difícil alcanzarlo en la recta de Libertad.
Así que de un salto me fui a la ducha, me apure lo mas que pude y salí tranquilamente a tomar un colectivo hacia el Rodoviario.
Una vez allí, no me quedo otra que conformarme con viajar dos horas en un bus tradicional, sentarme a esperar que, una vez mas me tocaría sufrir con el transantiago.
De cualquier manera igual llegaría mas temprano que muchos en mi oficina, porque a pesar de vivir en Viña, llego antes que varios capitalinos a la pega.
No me da lata eso, cada quien sabe lo que hace con su tiempo, lo que si me da lata, es tener que lidiar con el transantiago luego de viajar en un bus tradicional.
Así que a la hora de almuerzo y luego de una sicológica conversación, me fui por una tienda a comprar un tremendo despertador.
Ya empezó la chimuchina de las compras navideñas y todo el ambiente empieza a girar en torno a villancicos.
Todo el mundo se vuelve loco tratando de comprar y endeudándose hasta las ultimas chauchas.
Lo cierto es que hoy me quede dormida y volví a perder el tocomocho.
Me despertó un coro de gallos, de esos que no escucho porque salgo antes que despierten. Eso me llamo la atención, el coro de gallos amenizado por perros.
Mire el reloj y tampoco vi bien la hora, diez para las cinco de la mañana, y todo estaba en línea como cualquier día. Lo que no me cuadraba era la luz matutina que entraba por mi ventana, un poco mas clara de lo normal, esto me hizo aterrizar de un solo porrazo.
Prendí la luz, revise mejor mi reloj y me di cuenta que eran diez para las seis y no diez para las cinco, una hora de diferencia!!!...(juas)
No puede ser otra vez!!!!....me dije, enseguida revise que hacer, el tocomocho a esa hora ya había pasado por mi paradero y era muy difícil alcanzarlo en la recta de Libertad.
Así que de un salto me fui a la ducha, me apure lo mas que pude y salí tranquilamente a tomar un colectivo hacia el Rodoviario.
Una vez allí, no me quedo otra que conformarme con viajar dos horas en un bus tradicional, sentarme a esperar que, una vez mas me tocaría sufrir con el transantiago.
De cualquier manera igual llegaría mas temprano que muchos en mi oficina, porque a pesar de vivir en Viña, llego antes que varios capitalinos a la pega.
No me da lata eso, cada quien sabe lo que hace con su tiempo, lo que si me da lata, es tener que lidiar con el transantiago luego de viajar en un bus tradicional.
Así que a la hora de almuerzo y luego de una sicológica conversación, me fui por una tienda a comprar un tremendo despertador.
a
Ya lo tengo en mi bolsillo y espero no volver a repetir mis atrasos.
No soy de llegar tarde, es mas, me gusta estar antes en cada cita agendada, incluido el día a día en mi pega.
No soy de llegar tarde, es mas, me gusta estar antes en cada cita agendada, incluido el día a día en mi pega.
1 comentario:
Mi querida Pat:
Me consta lo de tu puntualidad, incluso estas antes.
Gabo
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