martes, 27 de noviembre de 2007

Gimnasia entretenida

Buena cosa esto de tener mas que tiempo para tirar y tirar letras a este tarrito... Hay tantos temas guardados que he ido acumulando mientras camino por esta vida, que me faltará tiempo para llevarlas a este acostumbrado blog.

No siempre son temas fundamentales, para eso, estoy promocionando otro blog, de mayor peso, donde los temas sociales y culturales tendrán un espacio de escuchas, (Urbano).

Las letras surgen de tan simple manera como las sensaciones que me produce escuchar por ejemplo, una melodía, algunas alegran, otras entristecen, es parte de los sentidos de esta vida, incorporado impajiratablemente en tus sensibilidades.

La música te permite cambiar el switch dependiendo de tu estado de ánimo y de que tan dispuesto estés a conectarte.

Me ayudó en momentos difíciles, allá por el dos mil.

Se dieron las cosas y encontré un lugar muy particular, “gimnasia entretenida”, que es eso? Me pregunte, y me fui a por una clase.

De solo llegar ya me incorporé de inmediato, es que el ambiente era cálido, chispeante, alegre.

En una pequeña sala, unas diez personas, frente a un gran espejo, de guaripola un profe, “El Negro”, que con pasos de bailarín, movía sus zapatos al compás de ritmos tropicales, eso era la gimnasia entretenida, clases de baile de salsa, mambo, cha-cha, etcétera, todos los ritmos tropicales y alegres dando rienda suelta en ese nocturno salón.

Fue allí donde conocí a mis amigas porteñas, ellas amablemente me incorporaron a punta de invitaciones a participar post clases, en conversas entretenidas que lograron hacerme salir del ensimismamiento que sentía tan dentro de mi.

Me adoptaron, es la palabra precisa, ya no supe de mis acciones, solo seguía sus indicaciones y era presa de sus planes y proyectos de fines de semanas completos. Incluidas las clases de tres veces por semana.

Le tomé el gusto al baile, no era necesario tener pareja, cada quien bailaba frente al espejo y de vez en cuando, El Negro, te tomaba y te hacia volar por los aires.

Ni hablar de Marcelino, otro profe que irradiaba chispa hasta por debajo de los codos, un chiste cada clase.

Recuerdo que llegaba cansadísima luego de los viajes en el tocomocho, arrastrando mis zapatos, me incorporaba a clases sin ánimo de bailar, sin embargo, bastaba escuchar los primeros compaces y el cansancio desaparecía por arte de magia.

Fueron años maravillosos, donde descubrí que podía estar alegre sin mayores objetivos.

Años que extraño porque ya no me da el horario para llegar a tiempo a esas entretenidas clases, además, ya todo cambio, el nuevo profe no es de mi agrado y el gimnasio tampoco tiene la onda de ese entonces.

Hoy, hay muchos lugares con esta nueva forma de hacer gimnasia, han descubierto que la mezcla música_ejercicio es un par divino y que no solo ayuda a mantenerte en forma si no que ayuda a sacar las penas del alma.

Estoy cierta que todo ese mágico ambiente se creo especialmente para mi, para lograr salir de ese triste escenario en el que me había encerrado.


Siempre he estado muy cerca de la música.
La generación inmediatamente siguiente en mi familia, tiene dones artísticos, música, artes graficas, familia de artistas, de allí provengo y no podría no estar presente en mi, la música en todas sus magnitudes.

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