jueves, 31 de enero de 2008

Zeus al volante

...y hasta ahí nomás le llego a Fido-Dido, luego de la última chambonada que casi nos llevó derechito al patio de los callaos, Zeus, que ya hacia días venia de copiloto y dando instrucciones sobre esto de llevar las ruedas derechitas, sacó su pluma y zaz, de una sola mirada lo dejó estampado en el asiento trasero, postergado hasta nuevo aviso... juas... acto seguido, tomó el volante y enfilamos raudos hacia la costa.

Un privilegio esto de ser conducidos por el mismísimo Zeus, ... otra cosa pues... tranquilidad, seguridad, velocidad crucero... no hay comparancia.

Hans, que en esta oportunidad tuvo el privilegio de ir sentado con vista panorámica, no podía creerlo, es más, estaba anonadado con esto de las peripecias que se pierde por ir en los asientos traseros intentando dormitar algo el trayecto.

Compartir la conducción, y anécdotas que se viven en los asientos delanteros, es materia sabrosa para mis cuentos, puedes ver las entretenidas caras de algún pasajero que corrió y corrió hasta quedar con la lengua afuera en pajaritos con tal de no quedar abajo del pirata.

O saber por ejemplo que hasta el nombre del boliche que nos espera, impajaritablemente every day, con la bebida casi en la calle, se llama CHARCUCHON... jajajaja, si pues, hasta eso es simpático veeeeee. Y así, un montón de detalles que van haciendo de esta travesía diaria un regreso entretenido.

Hoy le tocó a Fido-Dido, que aunque tiene toda la voluntad del mundo, no le queda esto de traer y llevar pasajeros todos los días por esa peligrosa carretera.

Con su cara de niño curioso, va despistado manejando su volante, tanto, que es capaz de distraerse hasta con el vuelo de una mosca....malo eso pos, ya nos pasó mas de una vez, que raspamos los separadores de pistas tan bonitos que adornan nuestra gran alameda, ni hablar cuando casi raspamos los mismos separadores pero en la ruta 68, esos bloques de cementos son bastantes mas pesados y una raspadita basta para terminar de un santiamén fuera del mapa mundi, mas aún, si esa mini van tiene la estabilidad de un monopatín....todo peor.

Así, Fido-Dido le quedó solo el gusto del debut y despedida, claro que como pa no frustrarlo, Zeus, que es sabio, le deja el volante hasta el peaje, ahí, antes de pasar los morlacos, se intercambian asientos y la conducción pesada corre por cuenta del gran Zeus.
Fido-Dido mientras y de tanto en tanto, cabezea en el asiento de copiloto.

Mientras eso ocurre, ningún pasajero abre la boca, es que tenemos un pacto de silencio, claro, cuando arriesgas tu vida a diario en un par de ruedas, dos horas ida y dos horas vuelta, no te queda mas remedio que entregarte, y así lo hacemos, rogamos a todos los santos por protección absoluta y al menos hasta ahora, no hemos tenido bajas.

Además de que con este privilegiado conductor, yo creo que estamos mas que salvados, si él mismo salvo ileso luego de unas cuantas weltas de carnero en su súper special entrando en las peligrosas curvas de Las Palmas...lo pueden creer?, yo tampoco, lo cierto es que el auto quedó hecho pebre mientras Zeus, se deslizó sin un rasguño listo para otra de sus peripecias... y luego me preguntan porque el apelativo de Zeus.....usted que cree?

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