De la nada, Lanita y yo decidimos ir a celebrar...
Celebrar que???
Todo y Nada, fue la escusa para salir un rato de la rutina diaria.
Shikitito-kashirupi siempre es bienvenido en el grupo, así que planeamos un almuerzo de camaradería.
Pensamos en comida japonesa, pero para el barquito hacían falta cuatro y solo éramos tres.
Sin pensarlo dos veces, shikitin, subió al carro a Pedrusho, quien por supuesto se hizo de rogar, no asi Ro-Malas-Pulgas, él siempre está dispuesto.
Finalmente decidimos ir a Perú, ya que celebraríamos el pololo de Lanita.
En el escape final, nos pilló Muli, ahí no pudimos hacernos los cuchos y debimos invitarlo.
Metro cien escapando y enfilando a San Antonio, pobrecito él, como amermela con el Transtortuga debió quedarse vistiendo santos... juas.
Todos listos en la mesa, el pisco sour peruano no se hizo esperar, el menú prometía y la cháchara del momento amenizó el lugar.
En eso estábamos, poniendole un poco mas de salsa picante al pancito recién horneado, y salud por esto y por esto otro también.
De la nada Pedrusho y Muli hicieron su aparición, debimos cambiar de mesa y welta a pedir mas pisco peruano.
El almuerzo fue de risas, tallas y entretención al por mayor.
Una choca diferente casi al terminar la semana, siempre viene bien, relajar el nervio, estos proyectos duros, te sacan de casillas y necesitas de un buen relax escapado a la antigua, con maldad, como cauros chicos, saliendo antes de hora y dejando que el tiempo corra.
Así fue este almuerzo que aún me divierte recordar, ojalá se repita pronto, y no uno, varios mas, y el grupete wena onda, siempre es bienvenido.
viernes, 29 de febrero de 2008
Un almuerzo diferente...
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