Tiempo atrás vi un letrero caminero que llamó mi atención:
“Para poder avanzar ... Es necesario detenerse”
Genial!!!, aesa fue mi expresión.
No lo sabré yo, con esto de correr y correr entre desorden y malos ratos. La cuestión es porqué nos cuesta tanto el orden y porqué nos cuesta tanto cumplir con nuestras propias palabras y compromisos?.
Cada vez que me hago estas preguntas, el primer título que se me viene a la memoria es Miedos ...
Ese escrito de algún tiempo atrás, caló hondo en varios de ustedes y espero sirva de ayuda a muchos que no sabemos como avanzar, calza perfecto en esto de no atrevernos a ser puntuales y comprometidos en buena, por miedo a vernos como pájaro raro en este país desordenado.
Estas reflexiones las estoy tirando sola en mi sucucho, siendo pasadas las diez de la mañana en un día laboral Viernes, cualquiera para muchos y especial para este grupo de trabajo en el cual estoy involucrada.
Ultimo correo recibido, cinco cuarenta am, lo pueden creer?... Si!, pega día y noche, día y noche, día y noche... hay varios arriba de ese carrusel eterno, que no se detiene porque tiene el impulso país y porque a estas alturas es tal el desorden que ya nadie se atreve a detenerlo.
Afortunadamente yo, viviendo a kilómetros de distancia debí escaparme antes de que el último bus a la quinta, cerrara sus puertas en Pajaritos, en Viña no tuve tanta suerte para encontrar locomoción a mi casa, pero llegué.
Algunas conecciones pocas para saber que seguían y seguirían conectados por mucho rato hasta que la madrugada se hiciera presente, la misma hora en que yo estoy saliendo a tomar el bus que me traerá a mi trabajo en un nuevo dia laboral ... 5:40 am.
Penan las ánimas y todos deben estar intentando descansar algo, antes de la ducha para volver a subirse al eterno carrusel... y que pasa con las horas días?, desaprovechadas porque no hay organismo humano que resista tantas horas despierto y con la mente lúcida.
Entonces me pregunto, no sera mejor detenerse para poder avanzar? Y aunque sé, que es la alternativa, muy pocos creen en ella porque una vez atrapado en el torbellino de ideas locas y con poco sentido, no hay forma de hacer que el orden vuelva a ocupar su lugar.
Acá, mi recuerdo se va al corredor sobre el cual escribí... Hacia donde corremos todos?, en circulos?, sin claridad o con la claridad del desorden que solo acrecienta el estrés, la angustia y los malos entendidos.
Y es razonable, cuando estas cansado y estresado, mente agotada y poca claridad en el camino que tiende a generar solo ondas negativas.
Esto se podría solucionar si actuáramos de forma práctica, clara y ordenada, como lo hace en su generalidad, yankilandia.
Ellos logran organizar su trabajo de tal manera que nadie trabaja después de horas, es más, los horarios están calculados para que las personas que laboran fuera de casa, tengan el tiempo necesario para además compartir en familia, que es una necesidad del ser humano...
Vivir para trabajar o trabajar para vivir????
That is the question!!!.
viernes, 11 de abril de 2008
Avance???...
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1 comentario:
Años atrás, en una etapa muy dura de mi vida, leí un libro de Anthony de Mello, transcribo un fragmento del libro: "¿Se puede decir que en estos últimos días no te has sentido como un hombre libre y feliz, sin problemas ni preocupaciones? ¿No te has sentido así? Pues estás dormido ¿Qué ocurre cuando estás despierto? No cambia nada todo ocurre igual, pero tú eres el que ha cambiado para entrar en la realidad. Entonces lo ves todo claro.
Le preguntaron a un maestro oriental sus discípulos: "¿Qué te ha proporcionado la iluminación?" y contestó: "Primero tenía depresión y ahora sigo con la misma depresión, pero la diferencia está en que ahora no me molesta la depresión".
En lo relativo al trabajo y todo lo que le rodea, compañeros, situaciones, viajes tempraneros, percepción de la pérdida de tiempo, de escasez de tiempo para dedicarse a sí mismo, se configura una bomba de tiempo, pero dado que no debemos de prescindir de la base de nuestro sustento, es cuando debemos saber de qué forma lo enfrentamos.
Si los otros son impuntuales ¿tengo yo que hacer subir con mi reacción de contrariedad mis pulsaciones? ¿si el otro me quitó el saludo en el pasillo, qué tanto pierdo yo con su actitud? ¿si no le doy el tiempo a mi familia porque tuve que quedarme más de la cuenta en mi trabajo, cuál es la alternativa real que tengo? ¿me voy irresponsablemente y falto a mi deber de respaldar responsablemente el futuro de mis hijos? estas son cuestiones delicadas y que no siempre tienen la respuesta adecuada, más aún en un país como Chile en que el ambiente laboral, salvo excepciones, no es de lo más acogedor con el trabajador.
¿Qué queda entonces?, poner en la balanza y aplicar algunos pequeños cambios, los que tienen que ver con la percepción interna ante una misma situación (como en el caso del maestro oriental), si no gano nada con chorearme por la irresponsabilidad de otro, escalaré el tema y me relajaré, revisaré los logros que he tenido con mis antiguas actitudes obsesivas y me daré cuenta de que al final gané poco en relación a lo que he ganado con mi nueva visión de las cosas, por lo tanto mi actitud de hoy, será en mi interior más pausada. Me detendré a pensar que tengo importancia, pero no la desmedida que yo consideraba anteriormente. Me detendré a observar y me daré cuenta con algo de asombro que las cosas seguirán funcionando igual, que las empresas sacarán injustamente, en algunos casos, a gente valiosa que dejó parte de su pellejo ahí, que todo sin mí seguirá igual, mejor o peor ¿me importará eso?.
Ya he hecho algunas pruebas, resulta.
Cariños.
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