Pasa a veces que nos hacemos demasiadas expectativas sobre algún encuentro, reunión o paseo.
Si cuando se realiza, no satisfacemos todas las expectativas que hemos puesto en el encuentro, sufrimos desilusiones que nos dejan un sabor amargo.
Aprendí hace un rato ya, a no hacerme expectativas sobre ningún tema, así he logrado sorprenderme cada vez que acudo a reuniones planificadas o no, sin ninguna ilusión al respecto.
Hace unos días planificamos un encuentro que se venia gestando tiempo atrás.
Una reunión importante ya que nos reencontraríamos un grupo de amigas, incluida una que no reside en el país.
Los planes fueron preparados con anticipación dado que la visita de nuestra amiga extranjera, debía ser coordinada en su calendario, para los días que permanecería en el país.
Generalmente nos dedicamos un par de días solo a divertirnos y saber que ha sido de nuestras vidas desde el ultimo encuentro. Y aunque mantenemos cierto contacto por correo, el encuentro en directo es necesario para esta amistad que se mantiene en el tiempo.
Casi sin pensarlo y dado los correos previos a la fecha, mas considerando el lugar escogido y los planes generales delineados. Mis expectativas aumentaron, imaginando un grandioso encuentro.
Así ocurrió con excepción de algunos inconvenientes no planificados, como entredichos y malos entendidos propios de una comunicación a distancia, en contacto descontinuo.
Todas hemos avanzado en esta vida, algunas hacia arriba otras hacia el lado, pero de alguna manera todas teníamos algo que decir.
Resulto que cada quien tenia sus propias expectativas del encuentro y cada quien resulto gratamente o menos entusiasta con lo que finalmente resultó.
Concluida la reunión y cuando ya se hubieron marchado todas, me quede un rato mas cavilando sobre lo que había significado para mi, ese esperado encuentro.
Pude concluir que lo pasamos muy bien pero que mis expectativas no habían sido satisfechas cabalmente.
Eso me llevo a analizar la importancia de los momentos y poder tomar opciones alternativas cuando no todo sale como se ha planificado.
Estar dispuesta a tomar la vida de manera relajada tanto como para abandonarse solo en el momento.
Me llevo a recordar otro grupo de amigas que viven su vida de manera entretenidamente simple, lo que no quiere decir de manera descuidada, al contrario.
Ellas hacen planes, algunos a largo y otros a corto plazo, sin ninguna rigurosidad.
Su único objetivo es pasar momentos alegres sin preocuparse de que forma se van desarrollando los planes.
Alguna vez me invitaron al cine a ver una película. Soy fanática de la pantalla grande y de las buenas películas, por lo tanto, para mi lo importante era saber la película que veríamos.
No me dieron información y llegamos a la puerta del cine a buscar cualquiera que estaba en cartelera. Eso no fue de mi agrado y para mi era tiempo perdido.
Resulto una pésima película y una molestia gratis en mi persona, a ellas sin embargo, les dio lo mismo,se dieron el lujo incluso, de dormitar algunos momentos dentro del cine.
A la salida nadie comento nada y acto seguido el panorama fue un café.
Yo seguía molesta y realice el comentario sobre lo pésimo de la película.
Todas me miraron con cara de marciano y se dedicaron a no hacer caso y disfrutar con alegría su café.
Ese hecho para mi fue poco común y por lo tanto requería de un análisis mas profundo, así lo hice.
Y descubrí que para ellas lo realmente importante no era la película, el cine o el café, todo eso formaba parte de la excusa para estar juntas y pasar un momento divertido.
Desde ese momento aprendí en mis lecciones, que formarse expectativas demasiado exigentes frente a cualquier hecho o reunión, puede acarrear resultados frustrantes.
Y junto a esa conclusión también logre saber que la vida son instantes que se deben aprovechar al máximo considerando solo los momentos buenos y el resto mejor dejarlos.
No vale la pena amargarse por algo que esperábamos y no llegó.
Si vale la pena, compartir con amistades y vivir cada instante como una verdadera sorpresa o regalo del cielo.
Las planificaciones y revisión de cumplimientos y plazos, dejalos en la pega, que ahí si debemos cumplir objetivos en pos de algún bien común.
Así que espero, no volver a olvidar, hacerme grandes expectativas con algún panorama que se me presente en el futuro.
De hecho ahora mismo tengo uno, a la noche me encontrare con mi grupo universitario, con el solo objetivo de darnos los abrazos atrasados de fin de año.
Ya quiero estar y disfrutar ese momento, sin mas que esperar, que vayan apareciendo uno a uno, cada amigo de ese afiatado grupo.
miércoles, 7 de enero de 2009
Expectativas y la ciencia de vivir...
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5 comentarios:
YO DIGO QUE ESO ES MADUREZ ,
TU PAPÁ DICE UN EQUILIBRIO INTELIGENTE
PERSONALMENTE DEJO QUE TODO FLUYA NO MÁS
"Ups, cuánta razón! No sábes cómo me vi reflejada en cada una de tus palabras, y por suerte también he podido asimilar la reflexión final... trataré de no volver a hacerlo... lo prometo!...y gracias por compartirme los abrazos de la noche; eso sí que superó mis expectativas!! (aunque se me descargó el teléfono y no estaba en casa para volver a llamarles)."
Andrea
Andreita, tu sabes que ustedes, el grupo de Concepción forma parte impajaritablemente de todos nosotros, por lo tanto no podriamos reunirnos sin incluirlos con al menos una abrazo celulitico... juas.
Y que bueno que aclaras que se descargo tu celu porque todos pensamos que ya que estabas estudiando ... a esa hora???.. yiiiaaaammm.... Todos pensamos que nos habias descolgado... y ese es otro tema... jajajaja.
Abrazos
"Coincido plenamente con tus palabras, me sentí interpretada con tu reflexión y por lo que conversamos en nuestro encuentro, recordarás que es así como pienso hoy...(no siempre ha sido así)
El año recién pasado tuve gratos reencuentros, en parte gracias a este mago llamado féizbuk ... no puedo negar que es inevitable hacerse expectativas, es normal... pero creo que la sabiduría que nos dan los años (de algo que sirvan los malditos años) es permitirnos sentir y disfrutar esos momentos y luego quedarnos con lo mejor de ellos.
Un abrazo,
Hulda.
P.D. Con Andreíta tenemos un encuentro aún pendiente, no nos vemos hace muuuuuucho tiempo."
... y el encuentro universitario resulto una chacota mayúscula, incluída la "Ley" intentando poner orden en la fila... jo.
Reimos y vomitamos todo el estres propio de este diario caminar agitado.
Todos regresamos a casa livianitos, cansados de tanto reir y con el corazón inflado, gordito como dice Lulú_Vero, de todo el cariño recibido en tan cálidos abrazos...
Quizas la única que no entendió mucho el momento, fue nuestra lejana Georgette, quién alejada de Chile y entre gringos fomes, había olvidado el leseo chileno que se da sin motivo ni sentido... juas.
Abrazos
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