Somos hartos, demasiados quizás, y pa eso es necesario varios tocomochos, al margen de los tradicionales y muy emplumados pullman, turbus, cóndor, lit. Estos tocomochos pertenecen a la línea "pirata bus". Sips, y entre las líneas tradicionales y los piratas: Guerra a Muerte!!!, es que somos casi diecisietemil ... (me dio hipo), yeps, tanto de allá paca como de acá palla, no hay pega en la quinta, pero es rico vivir en la costa y nadie se cambia, todos pagamos las ganas, el tiempo, la lata y todo lo que eso significa por el aire marino.
Hace años ya que corren por la 68, de madrugada hacia santiago y de noche de regreso, y en el interin algunos se pegan el pique a tiltil, aprovechando aceitunas, queso de cabra, tunas, de todo, así amenizamos el viaje de vuelta y una platita extra pal pirata no es malo!!!... Eso era en los tiempos del Dany.
El celulítico es indispensable, claro, si no como sabemos donde reshit amermelo el tocomocho?, es que EL y solo el se puede atrasar: tacos, la ley, o algún apitutado pasajero que se atraso un poquitin. Pero yo, en el paradero si o si a la hora, si llegas tarde perdiste, debes correr hasta el metro y volar con los dedos cruzados hasta pajaritos, que es la ultima parada donde podrías subir al super express.....sips, nos ha tocado mas de una vez.
Los datos vuelan, y en este especial grupo de piratas y piratiados existe una suerte de complicidad necesaria, ellos nos necesitan a nosotros y viceversa, así que mejor todos amigos que enemigos, no sabes cuando te tocara pasar del pirata Alvaro a Carlos o al Dany, (ya no esta)... en fin.
Algunos piratas vienen desde con con, otros de reñaca, quilpue, villa alemana, otros pasan a curauma y cada uno tiene su recorrido propio recojiendo pasajeros aperraos pa la pega, si pues, no cualquiera se pega ese pique a diario.
Los que no nos pueden ver son los tradicionales, claro no pueden competir con estos piratas, ni modo, si es distinto tomar el bus en la puerta de tu casa que llegar a las seis de la mañana al terminal de buses por un bus tradicional. A esa hora ni en triciclo al terminal, así que difícil la tienen los tradicionales.
Cada tocomocho tiene su chiste: galletitas, cafecitos, frazadas, almohadas, películas!!!, pero no cualquiera, TODAS!!!!, las buenas, las malas, de acción, de amor, toda clase de películas, y por supuesto los estrenos que aun no han salido de hollywood ya las vimos en el tocomocho. Son muchos días de viaje y hay que tener contento al "habitual", eso somos, un habitual sacrificado y constante.
Se dan historias muy wenas en el tocomocho, tan wenas como para un libro .... sips, muchas incontables, otras de risa, también de lata, de todo pues.
Todos conocidos o casi todos, un día despiertas con Evelyn, otras te toca Juan, y las tallas suman y siguen. La Keka por ejemplo, pedía permiso a Sergio para vestirse unas cuadras antes de bajarse, ella ya no viaja: jubilo!!! jeje, digo, encontró pega en la quinta....BIEN!!!!.
Las tallas del pelo parado antes de bajar, a medio vestir y corriendo antes de que el tocomocho te deje arriba, es cuento de todos los dias. Pestañas pegadas, pero si esto es dormir dos veces una misma noche pues y en esas dormidas, se cuecen habas:
Cenicero man por ejemplo, todo un personaje, el es un leñador de tomo y lomo, ronca hasta por debajo de las orejas, así no estemos en pana, con la ley encima, sin bencina, el duerme, placido y feliz. De repente lo movemos un poco o le llega un maní para que pare un ratito su: RRRRRrrrrrZZZzzzzzzzz ... Aaaaagggggsssshhhhhh!!!.....
Aun no llega al limite de Luis, lo bajamos, si señor, votamos y lo bajamos del bus, en los tiempo del Dany, es que era demasiado, además de cascarrabias no alcanzaba ni a subir y ya venia roncando, y tenia unos pulmones, que te los encargo.
En morande con alameda, subimos un buen grupo, 15 mas o menos, el señor del quiosco de la esquina, ya nos ubica y está pensando en poner mesitas con quitasoles en el verano y cafecito en el invierno, es que mínimo son diez minutos de espera y entonces se da de todo, intercambio de saludos, maní, bebidas, chistes, los minutos vuelan en espera del tocomocho que seguro, amermela entre escuela militar y pajaritos. Vale la pena?....YES!!!, al final, todos queremos llegar a casa.
Piratas tenemos pa rato, así como vamos, diecisetemil no es un numero menor y esa cantidad de empleos no es fácil en la quinta, así que mientras no haya alternativa seguiremos nuestros viajes en los tentadores tocomochos.
Continuara ...
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