Rememoranzas

Hoy desperté temprano a pesar de que arrastro mucho sueño atrasado, claro, después de la reunión balance del checalecalón nos quedamos hasta tarde chachareando con Verito de este y otro tema…las palabras salían locas y rápidas de la mente, eran miles de recuerdos atorados empujándose por salir uno tras otro.

De tema en tema nos fuimos adentrando en todo lo que me perdí de vivir por tantos años.

Habríamos seguido allí escuchándonos y riendo hasta hoy, de no ser que me esperaba otro largo día, lleno de sorpresas y complejidades que no paran desde el momento en que decidí aceptar el último proyecto no metafórico.

Nunca es tranquilo mi día y cada vez son nuevas cosas que debo atender y decidir, pero ahí estoy, aún no renuncio a dejar todo ordenado y dispuesto para ser manejado con solo el meñique.

Mas de las tres ya y si seguíamos, no alcanzaría a llegar a tiempo a mi extensa agenda de reuniones.

Caminar por esas calles olvidadas ya, perdidas en el Santiago de antaño me hizo pisar lento y cabizbajo.

De madrugada, solo algunos obreros se cruzan en mi camino, Irarrazaval y Grecia siguen igual que siempre, ahora mas cerca con tantas nuevas estaciones de ese limpio metro.

Baje rápido las escaleras, me fui directo al anden y mientras esperaba el tren tu imagen vino una vez mas a mi mente, hace días ya que estas allí recordándome que existes.

Nunca hice este trayecto, no estaba cierta de encontrar la parada de los buses de acercamiento pero no tenía alternativa y debía arriesgarme a llegar.

A lo lejos un uniforme me grita que debo correr para no perder el bus, me apuro y subo sin preguntar, y claro como nada para mí es lineal, ocurrió una vez más que abrí la puerta de Alicia y fui a dar directo a la cueva más pequeña del conejo de la suerte.

Tarde me di cuenta solo cuando iba cayendo a toda prisa y ya no podía pedirle al chofer que detuviera la máquina porque había equivocado el camino.

Me baje prudente en la última parada, mi salvación el carrusel, debía esperar por uno, aun estaba a tiempo y no tenía opción.

Para asegurarme consulte al coordinador: __ va por acá? consulté __ Sip, contesto, pero el primero va a las ocho __ miro mi reloj, recién las siete y media.

Nada que hacer, de acá no es fácil salir y solo me quedaba esperar, la mañana estaba fría y estar en ese lugar acentuaba tu imagen.

Siete meses de la ultima vez que pise esas baldosas y vi tu figura nuevamente arrastrar el bolso verde tratando de adivinar mis pensamientos …. Subí por un café, tenía tiempo y el tráfico en el aeropuerto no para.

Cerca de las ocho bajé nuevamente, uno, otro y otro todos carruseles de mantenimiento, ninguno a mi destino final, conté hasta tres y llamé a la calma y la paciencia, Murphy una vez mas hizo de las suyas … en fin …

Tarde logre por fin ir hacia mi destino, retrasada, miles de correos abrumaron mis primeros minutos, un café y mi carrera no paró hasta que el cansancio de la noche anterior venció mi resistencia y decidí cerrar mi ventana.

Descuide el pasaje de vuelta y no tenia seguridad de que encontraría regreso, mas aun sabiendo que en feriado muchos aprovechan de escaparse un rato a la playa.

Hubo suerte y logré el ultimo asiento del interurbano saliendo a la costa.

Me desplomé en el asiento y no supe mas hasta que me vi abajo empujada por el acomodador en la ultima parada del bus.

Arrastrando mis zapatos me tiré en la cama y nuevamente me dormí hasta hoy que me desperté temprano y me fui alegre a los cerros Limachinos.

Caminé entre paltos buscando paz y tranquilidad, tu imagen allí, hablándome nuevamente de uno y mil proyectos que nunca fueron.

Cerré tu recuerdo, me despedí de los conejos, zorzales y torcazas y me fui a desayunar a Olmué, siempre es bueno un te conversado. Mis amigas estaban desde ayer disfrutando del verde y las flores que están por todos lados.

Solo un momento para saludar y retomar mi camino.

Ahora estoy acá, releyendo tu correo y se mezclan los recuerdos de ayer y de hoy coincidiendo todos en lo mismo.

Vivencias y experiencias imposibles de evitar todas agolpándose por salir, quizás mañana exista el tiempo de parar el reloj del conejo de Alicia y dejar un tiempo para ti y para mí.

(Foto by MadPat: Universidad de Concepción Oct _ 2006)